Hay días en los que no has nacido para estar en este mundo,
y sin embargo hay otros en los que eres la única razón por la que sigue girando.
Ahora estamos aquí, después allí y al final un poco más allá.
Por una cuestión o por otra, siempre acabamos donde no tenemos que acabar.
Unos lo llaman destino, otros lo llaman amor... pero sea lo que fuere,
lo único para lo que sirve es para subrayar la vulnerabilidad real del hombre,
su humanidad.
Ayer fue uno de esos días.
Meteoritos como tú no se ven a menudo caer del cielo.
Fue tan grande tu impacto que me descolocaste exactamente a 91 centímetros de mí mismo.
Ahora me estoy buscando... de nuevo.
Je suis exactement quatre-vingt-onze centimètres de moi... Et tu? Quelle est ta météorite?
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domingo, enero 17, 2010
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Myself
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