Juega con fuego y quémate  

Lavado y planchado por "Aquel chico..."


- Tranquilo, chico, no tengas miedo...
- No tengo miedo. He visto borrachos muchas veces.
- ¿Qué pinta tienen?
- No hay mucho que ver. Bueno, no tanto como ellos parecen creer.

[...]

¿Cuánto es lo bastante borracho?

- Buena pregunta. Ven aquí, siéntate, te diré cuánto es lo bastante borracho.
Bien, lo que aquí se ha planteado es: ¿cuánto es lo bastante borracho?.

(Voces) - Exacto, sí !!

Y la respuesta es que depende de las células del cerebro.

- ¿Del... cerebro?

- Así es, Harry, con cada vaso de licor que tomas acabas con cientos de esas células,
pero eso no importa mucho porque tenemos millones.

Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego, mueren
las del silencio y todo lo dices en voz alta aunque no haya ninguna razón,
pero eso no importa, no importa, porque después mueren las de la estupidez
y hablas con inteligencia.

Y por último, las células de los recuerdos..... Ésas son difíciles de matar.

This entry was posted on miércoles, octubre 20, 2010 and is filed under . You can leave a response and follow any responses to this entry through the Suscribirse a: Enviar comentarios ( Atom ) .

3 botones perdidos

Pásame un vaso, chico, tengo que beber un poco... ¿Que te cambie mi cuerpo? No creo que quisieras éste tampoco...
Qué tristezas, no podemos estar así, alegrémonooos!!

Una botella de lo que sea, por favor. Para sonreír todo el tiempo, para decirlo todo en voz alta. Para borrar a tragos los malos ratos, si eso, y ya de paso matar un par de neuronas que no hacen más que darle vueltas al mismo tema.
Desde París, o donde sea, borracha o no, te manda un beso, María :)