Avanti Piu Avanti
Si te postran diez veces te levantas No te des por vencido, ni aun vencido,
otras diez, otras cien, otras quinientas. no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
No han de ser tus caídas tan violentas trémulo de pavor, piénsate bravo,
ni tampoco, por ley, han de ser tantas. y arremete feroz, ya mal herido.
Con el hambre genial con que las plantas Ten el tesón del clavo enmohecido,
asimilan el humus avarientas, que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
deglutiendo el rencor de las afrentas no la cobarde intrepidez del pavo
se formaron los santos y las santas. que amaina su plumaje al primer ruido.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte, Procede como Dios que nunca llora,
nada más necesita la criatura, o como Lucifer, que nunca reza,
y en cualquier infeliz se me figura o como el robledal, cuya grandeza
que se rompen las garras de la suerte. necesita del agua y no la implora.
¡Todos los incurables tienen cura ¡Que muerda y vocifere vengadora,
cinco segundos antes de la muerte! ya rodando en el polvo tu cabeza!
Pocas cosas en mi vida me han quedado tan marcadas como estos dos poemas de Almafuerte que leí hace ya unos cuantos años.Siempre han sido un referente de la lucha constante y de seguir cuando todo queda atrás.
Porque ya lo decía mi abuela: "hay que querer hasta que duela".
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lunes, marzo 15, 2010
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Almafuerte
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