Jamás creí que tres palabras pudiesen definir de forma tan precisa este sentimiento monocromo.
Run. For. Cover.
"Finalmente llego al final de un fin infinitamente finito."
No lo entiendo. No te engañes, tú tampoco, seguro.
Pero no te apures, déjame explicártelo de esta forma:
Te despiertas y recorres el frío asfalto buscando calles cortadas, sin salida.
Como cualquiera que tiene un resquicio de ambición debajo
del sobretodo de un pasado exibicionista. Eliges tu próxima víctima y te aferras a ella.
Y de repente, justo cuando creías tener todo bajo control, llueve.
Pero no llueve, sino que llueve.
Últimamente llueven cosas que no deberían. Miro al cielo intentando saber
de dónde vienen todas aquellas miradas inquisidoras apostadas detrás
de cada ventanuco que, como si de un amor de verano se tratasen, se evaporan
en la confusión que provoca la humedad del ambiente al grito de: "run for cover!".
¿Ahora lo entiendes? Yo tampoco.
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